Yorkshire

Audaz, confiado, valiente, inteligente, independiente.

Características del Yorkshire Terrier

 

  • Altura a la cruz: el estándar no la indica
  • Peso: menos de 3,178 kg.
  • Capa: gris acero y leonada, pelo largo, brillante y abundante
  • Promedio de vida: unos diez años
  • Carácter: travieso, afectuoso y apegado al dueño
  • Relación con los niños: muy buena
  • Relación con otros perros: buena
  • Aptitudes: perro de compañía
  • Necesidades del espacio: restringidas, pero debe hacer ejercicio
  • Alimentación del Yorkshire Terrier: de 70 a 90 g. diarios de alimento completo seco
  • Arreglo: sesión semanal, cepillado y peinados diarios, un baño mensual como mínimo
  • Coste mantenimiento: medio

El goce de querer a un yorkshire Terrier

¿Quién puede resistir los encantos de un momento de tranquilidad junto a un Yorkshire Terrier? ¿Qué podría aliviar su tristeza durante un rato de reposo más rápidamente que un terrierminiatura azul y fuego? Parece ser como si casi cualquiera que mostrara la inclinación de poseer un Yorkshire Terrier debiera hacerlo. Son muchas y grandes las ventajas que acompañan a este perro, el menor de todos los terriers británicos.

Dado el pequeño tamaño de la raza, el Yorkshire Terrier no molesta en el espacio vital de usted. No necesita una finca palaciega con una valla de la máxima seguridad. No necesita un hogar enorme para que el perro haga el suficiente ejercicio dentro de casa. No necesita hacer equilibrios con su presupuesto para permitirse alimentarlo. No necesita comprar un equipamiento para adiestrarle, para tenerle en casa o para acomodar al Yorkshire Terrier.

Lo que sí necesita es abrir su corazón a esta maravilla de 1,4 kg y aprender a darse libremente y sin reservas a otra criatura viviente.

El Yorkshire Terrier admite gustosamente a toda clase de gente . Es un alma confiada que comparte su cariñosa forma de ser con cualquier persona amable y con el suficiente buen humor como para pasar algo de tiempo con él. A los Yorkshire Terrier les gusta, sobre todo, la gente. Se llevan bien con la mayoría de los perros, no son exclusivistas ni egoístas. Se recomienda a los propietarios que supervisen la relación de sus Yorkshire Terrier con los perros mayores. Aunque su Yorkshire Terrier no estará asustado de un perro de mayor tamaño, como un Dobermann o un Pastor Alemán, quizá el perro grande no sea consciente de su propia fuerza. Muchos Yorkshire Terrier han sido dañados por perros de mayor tamaño que, de forma juguetona, los cogieron en la boca o les pusieron una parte encima. Una vez que el perro de mayor tamaño se da cuenta de que el Yorkshire Terrier es un perro, al igual que él, querrá «charlar» con él, prescindiendo de la superior belleza del Yorkshire Terrier.

Aunque no tiene la talla de un perro guardián, el Yorkshire Terrier es muy protector de su casa y su gente. Sigue poseyendo todo el fuego de sus ancestros terrier: no es miedoso a pesar de su pequeña estatura. Un Yorkshire Terrier a quien se incite expondrá su genio y su disposición de ánimo cuando se encuentre protegiendo la casa, el coche o el jardín de su propietario. Los Yorkshire Terrier tienen una memoria de elefante. Una vez que se cruce usted con un Yorkshire Terrier y él le considere como su enemigo, nunca olvidará sus transgresiones.

A los Yorkshire Terrier les gusta, sobre todas las cosas, la diversión. No son rencorosos, a pesar de sus ademanes serios cuando las cosas se ponen feas. Como la mayoría de perros miniatura, el juego es una forma de vida. Los juegos simples, como hacer rodar una pelota, perseguir una cuerda, coger un hueso, etcétera, hacen que el Yorkshire Terrier sea un compañero alegre al que a todos nos gusta tener cerca. Esta personalidad extravertida, junto con su actitud juguetona, hacen que sea el perro ideal tanto para la gente joven como para la mayor. Los saltos del Yorkshire Terrier por los muebles y la persecución de ratones y otros enemigos imaginarios entretendrán incluso al más apagado de los invitados.

Los niños y los Yorkshire Terrier son camaradas por naturaleza. Dado el pequeño tamaño de los Yorkshire Terrier, es necesario tener precaución. La mayoría de criadores recomiendan que los Yorkshire Terrier de mayor tamaño (incluso de más peso que el límite de 3,2 kg) sean los elegidos en los casos de familias con niños. Como los niños tienden a ser un poco salvajes con sus juguetes (y con los perros miniatura), se les debe enseñar que el Yorkshire Terrier es un ser vivo y frágil. No se trata de un juguete de peluche que pueda ser arrastrado despreocupadamente de un lugar a otro, aunque el Yorkshire Terrier es tan adorable como delicado. Los Yorkshire Terrier pueden ser heridos por un niño excitado que hurgue en sus ojos o se pueden romper un ligamento o un hueso si se les zarandea o se deja caer a un perro joven. Los Yorkshire Terrier tienen muchas cosas que enseñar a los niños en lo que respecta al cariño, la confianza y al afecto mutuo. Cuando se les enseña adecuadamente y se les supervisa, hacen una excelente pareja.

La gente mayor también adora a los Yorkshire Terrier. Sus simpáticas bufonadas y sus maneras gentiles hacen que sean adecuados para aquellos que tiene que quedarse en casa y para aquellos menos predispuestos a salir a hacer jogging con sus perros por la playa o por el parque. Los Yorkshire Terrier pueden hacer mucho ejercicio dentro de casa, con algún paseo ocasional por el jardín. Son ideales para la gente que vive en un apartamento o para los que habitan en pisos pequeños sin mucho trato con el exterior.

De todas formas, cuando al Yorkshire Terrier se le permite salir al mundo exterior, se lo toma con entusiasmo. Después de todo es un Terrier, y la palabra terrier proviene del latín tierra. A los Yorkshire Terrier les encanta jugar sobre la hierba. Son excavadores con talento, de eso puede estar seguro. La raza agradecerá todos los deportes propios de los terriers de mayor tamaño. Aunque el Yorkshire Terrier no pesa tanto como el Dandie Dinmont Terrier ni tiene las piernas del Airedale Terrier, la juguetonería y el valor de sus ancestros terrier sigue corriendo por sus arterias.

La mayoría de los propietarios de Yorkshire Terrier admiten que tener uno es contagioso. Los Yorkshire Terrier no son grandes perros de familia, sino que forman parte de la familia. Los propietarios consideran a sus Yorkshire Terrier como si fueran un niño más de la casa. Dado el tamaño del Yorkshire Terrier y su enorme corazón y carácter, no es sorprendente que los propietarios se muestren pendientes del compañerismo y el cariño que les brinda su Yorkshire Terrier. Así pues, muchos amantes de los Yorkshire Terrier se hacen con toda una familia de ellos. Mientras que la mayoría de criadores hablarán de los planes de su criadero, es raro oír que un criador de Yorkshire Terrier hable de una «perrera». El Yorkshire Terrier es un compañero casero que siempre vive entre la familia, totalmente inmerso y ocupado en la rutina familiar diaria.

Los Yorkshire Terrier medran con el programa familiar. Saben, por instinto, quién llega antes a casa, y de la misma manera saben cuando alguien llega tarde o no está en casa. Este perro familiar no puede dormir si una de las personas a las que quiere todavía no ha regresado. Mientras que un Yorkshire Terrier siente un especial cariño hacia su amo o su ama (como todos los perros, aquel que le da de comer y que le cuida recibe una especial consideración), todos los miembros de la familia son tenidos en la más alta estima.

Unas palabras de aviso a los amantes empedernidos de los Yorkshire Terrier: debe usted resistirse a sus impulsos primarios de consentirle caprichos más allá de lo razonable. Puede ser difícil vivir con cualquier perro consentido en exceso. Teniendo en cuenta el espíritu y la determinación de este terrier miniatura, una vez que el Yorkshire Terrier piense que se puede salir con la suya en todo lo que se propone, quizá se convierta en alguien al que es menos placentero tener cerca. Por naturaleza, el Yorkshire Terrier no es egoísta ni avaricioso. No come como un pajarito pero tampoco es un tragón. No esconde sus juguetes para que sus compañeros de juego no los puedan encontrar y es bastante feliz compartiendo sus cosas. Una vez que su obsesión haya estropeado su deliciosa personalidad, quizá su Yorkshire Terrier no sea el angelito generoso y con un gran corazón del que se enamoró.

Tenga cuidado. Muchos empedernidos del Yorkshire Terrier, entre los cuales se cuenta el autor, tienen anécdotas embarazosas acerca de cómo les consienten todo a sus pequeños y adorables amigos. Aunque este autor nunca ha recurrido a nada como esto, he oído de propietarios de Yorkshire Terrier que han comprado cunas y sillitas para sus Yorkshire Terrier, que van a ver cada día al carnicero para darles carne de la máxima calidad, que han cancelado sus planes para irse de vacaciones si sus seis Yorkshire Terrier no eran invitados, que han tejido suéteres y patucos para sus perros y que han renunciado a carreras prometedoras en el mundo de las finanzas para quedarse en casa cuidando de sus Yorkshire Terrier y escribir por su cuenta acerca de su materia favorita.

 
 
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Preocupaciones de salud específicas de la raza del Yorkshire Terrier

Los ojos de su Yorkshire Terrier no sólo son una buena indicación de su afecto y su devoción por usted, su propietario, sino que suponen una excelente manera de evaluar la salud del perro. Como para todos los perros, los ojos deberían ser claros y brillantes, lo que es un signo de buena salud y nutrición. Examine si existe cualquier enturbiamiento u opacidad en los ojos de su perro, ya que esto podría indicar que existe un problema que requeriría la atención de su veterinario. En el caso del Yorkshire Terrier, esta raza tiene tendencia a padecer algunos problemas oculares hereditarios. Entre los más comunes son las cataratas, la atrofia progresiva de retina, la queratoconjuntivitis seca o la queratitis ulcerativa.

Los Yorkshire Terrier pueden desarrollar cataratas después de los tres años de edad, y más frecuentemente entre los tres y los seis años. Afortunadamente, los avances veterinarios hacen posible operarlas con éxito. Al igual que en las personas, las cataratas pueden ser eliminadas por un cirujano. Como el problema se considera hereditario, los perros con cataratas deberían ser excluidos de los programas de cría.

La atrofia progresiva de retina (APR), provoca la ceguera en los perros que están afectados. Lo común es que la APR afecte a los perros en sus últimos años de vida, por lo general alrededor de los ocho años, aunque puede aparecer a edad tan temprana como entre los cinco y los ocho años de vida o a edad tan tardía como después de los doce años. Tal y como el nombre la describe, el deterioro de la retina es progresivo. Los perros afectados experimentan limitaciones en su agudeza visual, pero como los Yorkshire Terrier se adaptan con facilidad, quizá el propietario no se dé cuenta de que la vista de su perro falla. Generalmente, la APR es ya bastante severa cuando el propietario se da cuenta de que el perro está afectado.

La queratoconjuntivitis seca (abreviada, QCS), se llama más comúnmente «ojo seco». El problema del «ojo seco» se produce como resultado de la incapacidad de las glándulas lacrimales de generar lágrimas para humedecer el ojo. La córnea se ve afectada por esa falta de humedad, y estas zonas secas causan daños en el ojo. La acumulación de sustancias mucosas alrededor del ojo le dan al propietario una indicación de que hay un problema en el mismo. Se dispone de tratamientos, que incluyen antibióticos y otros fármacos. En los casos más graves, la cirugía puede corregir el problema. Al igual que en el caso de la APR, la QCS es hereditaria.

El cuarto problema ocular que afecta al Yorkshire Terrier, la queratitis ulcerativa, afecta también a la córnea. La infección y la ulceración sobre la córnea son causadas por los pelos del perro, que irritan sus ojos. Los propietarios quizá noten que sus perros parpadean en exceso, que se rascan los ojos con sus pies y que los ojos tienen un aspecto acuoso. No es un problema hereditario, sino el sencillo resultado de que el Yorkshire Terrier tenga los ojos saltones. El problema puede ser tratado con antibióticos y con pomadas especiales.

Dos problemas ortopédicos que afectan frecuentemente a los perros miniatura y a otras razas pequeñas son la enfermedad de Legg-Calve-Perthes y la luxación patelar. La enfermedad de L-CP, que se observa frecuentemente en los Yorkshire Terrier jóvenes, tiene una alta incidencia en la raza. La enfermedad provoca una cojera en la articulación de la cadera como resultado del colapso de la cabeza del fémur. Muy frecuentemente, en nueve e cada diez casos, sólo una extremidad está afectada. Parece ser que es hereditaria, aunque la investigación veterinaria todavía no ha llegado a una conclusión. La luxación patelar, en términos más comunes significa que la rótula está dislocada. Aunque es hereditaria, no suele representar un problema grave. Los casos varían mucho dependiendo de la laxitud de la rótula. En el caso de los perros jóvenes se suele recomendar la cirugía antes de que el problema se agrave y provoque una artritis.

La enfermedad de Von Willebrand (EvW) es una enfermedad congénita que se observa en muchas razas de perros. La EvW consiste en un problema de la coagulación sanguínea. Desgraciadamente, la enfermedad es cada vez más común en el Yorkshire Terrier. Los veterinarios y los criadores han notado que se han dado muchos casos en los últimos tiempos, particularmente en perros de más de cinco años de edad. No a todos los perros con la EvW se les diagnostica como padecedores de tal problema, y esto depende del nivel de coagulación. A algunos perros no se les diagnostica hasta que se presenta un problema durante una operación quirúrgica (lo más frecuente es que sea durante una operación de castración o de esterilización). Dependiendo del nivel del factor de la coagulación, el perro puede estar o no afectado. Ningún Yorkshire Terrier con la EvW debería ser incluido en los programas de un criador.

A pesar de todo ello, el Yorkshire Terrier es un perro saludable y adaptable. Se aconseja a los propietarios que investiguen acerca de los desórdenes anteriormente mencionados y que los comenten con el veterinario. Cuanto mejor informado esté un propietario, más larga será la vida de su Yorkshire Terrier.

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